Contestacion de la concejala independiente, Sra. Beltran, al Sr. Galindo

Desde que dejé APB, hace ahora un año, no he dejado de trabajar por el municipio como Concejala independiente no-adscrita a grupo alguno. No he dejado de hacer propuestas, de asistir a las comisiones y discutir las diversas mociones, de analizar presupuestos y expresar mis convicciones a través de la palabra y el voto. Lo he hecho además en condiciones desfavorables: sin despacho ni asistencia administrativa ni dinero de grupo. Al parecer, el joven sr. Galindo ha tenido otras prioridades: impedir que esta Concejala hablara, amordazar mi voz, negarme mis derechos como Concejal, impedir que presente propuestas, negarme la dignidad de mi cargo y hasta intentar impedir mi presencia en algún que otro órgano colegiado. No lo ha conseguido, afortunadamente para el principio de soberanía popular, pero sabe Dios que lo ha intentado.

Desde que dejé APB, hace ahora un año, no he dejado de trabajar por el municipio como Concejala independiente no-adscrita a grupo alguno. No he dejado de hacer propuestas, de asistir a las comisiones y discutir las diversas mociones, de analizar presupuestos y expresar mis convicciones a través de la palabra y el voto. Lo he hecho además en condiciones desfavorables: sin despacho ni asistencia administrativa ni dinero de grupo. Al parecer, el joven sr. Galindo ha tenido otras prioridades: impedir que esta Concejala hablara, amordazar mi voz, negarme mis derechos como Concejal, impedir que presente propuestas, negarme la dignidad de mi cargo y hasta intentar impedir mi presencia en algún que otro órgano colegiado. No lo ha conseguido, afortunadamente para el principio de soberanía popular, pero sabe Dios que lo ha intentado.

Me marché de APB por mil razones y mil veces volvería a hacerlo. Me marché cuando dejé de creer en APB y cuando llegué a la convicción profunda de que el señor Galindo no merecía mi confianza. En una larga carta dirigida a los vecinos puse por escrito el cúmulo de razones, morales y políticas, que me llevaron, tras pensarlo mucho, a tomar esa decisión. De ninguna me desdigo. Quien quiera leer o releer esa carta abierta a los vecinos, puede consultar mi blog http://cib.blogcindario.com. Si de algo me arrepiento es de no haberme ido antes. En cualquier caso, fuera yo de APB, ya todo el mundo sabe que ese grupo lo forma sólo el sr. Galindo y sólo él es responsable de lo que dicho grupo haga o, sobre todo, deje de hacer.

Que mi situación es ilegal y contraria al Pacto Antitransfugismo lo dirá el sr. Galindo, que interpreta la ley según su conveniencia, y así le va. ¿Será por eso por lo que pierde tantos juicios (se dice pronto: ¡más de cuarenta en su corta carrera como abogado!, según ha aparecido recientemente en la prensa)? En cualquier caso, se equivoca usted, sr. Galindo: mi situación es perfectamente legal, tengo derechos que simplemente estoy ejerciendo, hay jurisprudencia abundante al respecto, y ningún Pacto Político puede ir en contra de derechos reconocidos por la Constitución. Mal que a usted le pese, sigo siendo, hasta el final de esta legislatura, representante legítima de los vecinos de Boadilla, y usted no me va a impedir que siga trabajando, legal y legítimamente, por un municipio en el que vivo y al que quiero.

Yo le daría tres consejos, sr. Galindo. Uno: debería usted dedicarse más al trabajo político, a hacer propuestas, presentar alternativas, asistir a todas las Comisiones –que falta usted demasiado, y se comenta-, preparárselas debidamente, mirar con lupa los presupuestos, etc. Dos: tal vez debería usted dedicarse menos a buscarle los tres pies jurídicos al gato constantemente en busca de no se sabe qué réditos profesionales y políticos. Ya sabemos que su familia tiene dinero y que usted puede permitirse el lujo de perder un juicio tras otro, pero así mal va a cimentar una carrera como abogado competente. Tres: me fui de APB, sr. Galindo, admítalo de una vez, vaya usted por su lado que yo iré por el mío, y no intente poner mordaza a la voz de una representante política ni desprestigiarla con malas artes. Deje usted de insultar, de faltar al respeto y de faltar a la verdad, porque los vecinos no son tontos y al final sabrán juzgar a cada cual.

Un par de cosas más, y termino. Yo no voto con el PP, no mienta usted: ahí están las actas. Yo voto siempre en conciencia y de manera responsable e informada. Unas veces he dado mi voto al PP; otras se lo he quitado o me he abstenido. Lo que ocurre, sr. Galindo, es que a mí no me mueve el odio al PP ni tampoco al Alcalde, sr. González Panero, al que usted, por cierto, no llega en mi opinión ni a la suela de los zapatos. Finalmente: en efecto, mi nombre es Josefa Beltrán, aunque mis amigos siempre me han llamado María José. Usted haga el favor de dirigirse a mí como Sra. Beltrán.