Sanidad
Entrevista a Publio Vázquez: 'La ansiedad es la gran pandemia del siglo XXI'
La ansiedad es, a día de hoy, uno de los problemas de salud mental que más afecta a la población. Con el ritmo acelerado de vida que llevamos, la presión en el trabajo, las relaciones sociales y el aumento de responsabilidades, cada vez son más las personas que experimentan niveles elevados de ansiedad en su día a día. De ello hablamos con Publio Vázquez, psicólogo sanitario, experto en gestión del estrés y la ansiedad y vecino de Boadilla que, recientemente, ha publicado su libro 'Conoce tu ansiedad y aprende a gestionarla. Una visión integradora de la ansiedad'.
Con un máster en psicoterapia y salud mental, Publio Vázquez también está certificado en yoga, meditación, así como en mindfulness MBSR. Además, es coach profesional por la Asociación Española de Coaching AECOP y el director de Humano Development: coaching, psicología y mindfulness.
- ¿Cómo nace la idea de escribir este libro?
Realmente la ansiedad es un trastorno que me interesa desde que era joven, cuando comencé a practicar yoga y meditación hace 30 años. Y aunque llevo años que me dedico profesionalmente a tratar el estrés y la ansiedad de mis clientes, fue durante el periodo de confinamiento donde surgió la idea de hacer un libro que abordase cómo gestionar la ansiedad desde una perspectiva amplia e integradora, además de presentarla utilizando un nuevo marco: “El Ciclo de la Ansiedad”.
- ¿Qué es la ansiedad?
La experiencia de ansiedad suele vincularse al nerviosismo, la angustia, el miedo, la preocupación o las obsesiones. Se trataría de una respuesta fisiológica, emocional y cognitiva de cierta intensidad, que perdura en el tiempo, y que se caracteriza por una percepción de amenaza y de falta de control o recursos suficientes para hacer frente a ciertas situaciones potencialmente adversas, así como por la anticipación de que ocurrirán consecuencias negativas.
- ¿Cuándo la ansiedad seria patológica?
En realidad, tener cierto nivel de ansiedad es algo normal para poder adaptarnos. Sería patológica cuando por su mayor frecuencia, intensidad, y sobre todo duración, provoca un gran desequilibrio y malestar, afectando de forma significativa al funcionamiento cotidiano de la persona y, en general, a su calidad de vida.
-¿Qué diferencias hay entre el estrés y la ansiedad?
Ambos tienen muchas cosas en común, si bien el estrés suele asociarse a un trastorno de tipo transitorio que acontece por una exposición en el presente a ciertas situaciones estresantes, o de tipo traumático, y que no tienen por qué tener una vinculación con el pasado más lejano de la persona. Los manuales diagnósticos médicos al uso los suelen diferenciar debido a ciertas características específicas del trastorno, por ejemplo, se habla de “Trastornos de Adaptación” para referirse a los problemas habitualmente relacionados con las situaciones de estrés, y de “Trastorno de Estrés Post -Traumático” para referirse a un trauma producido como consecuencia de una exposición a la muerte, lesiones graves o violencia sexual. Pero lo cierto es que hay personas que pueden padecer de estrés por diversas razones, pero en las que existe una base ansiógena de fondo; o bien otras que sufren de un tipo de ansiedad cuyo origen puede estar en algún tipo de trauma.
- ¿Cuáles son las causas de la ansiedad?
La ansiedad puede tener su origen en las vivencias del pasado, en los significados que hemos venido construyendo y en el sentido que le damos a la vida, pero también en la falta de contacto con el presente y con nosotros mismos, así como en la manera habitual que tenemos de reaccionar ante determinadas situaciones y de anticiparnos a ellas. De esta forma, pasado, presente y futuro se influyen dinámicamente en la experiencia de ansiedad.
Las causas de la ansiedad pueden ser múltiples y, además de la predisposición hereditaria y las bases biológicas que pueda tener un individuo, sus determinantes también se encuentran en la propia historia personal y en el grado de madurez e integración psicológica. Así, en los trastornos de ansiedad podemos encontrar desde experiencias traumáticas, de déficit o falta de satisfacción de necesidades básicas hasta conflictos internos y asuntos pendientes de resolver; desde un aprendizaje y condicionamiento de las respuestas ansiosas hasta una falta de desarrollo de los recursos psicológicos necesarios para poder hacer frente a las situaciones y dificultades de la vida con una mayor claridad, efectividad y capacidad de resiliencia.
- ¿Qué porcentaje de estas dolencias se deben a los genes y el ambiente en el que se vive y se crece?
Según diversas investigaciones realizadas, incluso con gemelos monocigóticos, se estima que ambos factores pueden influir en un 50% cada uno.
- ¿Cuáles son los perfiles más vulnerables?
En general, las personas vulnerables a la ansiedad son aquellas que suelen estar más vigilantes ante las posibles amenazas, que tienden a sentirse inseguras, a preocuparse excesivamente por las cosas o a ponerse en la peor pesadilla, aquellas que se guían por unos altos estándares y exigencias (en lugar de preferencias) y que tienen una escasa flexibilidad; o bien también puede tratarse de personas en las que conseguir la aprobación de los demás se ha convertido en algo fundamental en sus vidas. No es difícil dar con personas que no distinguen entre el ser y el hacer, con maneras de vivir en las que solo priman las expectativas de resultados, en donde todo se experimenta desde la urgencia, sin espacios para el encuentro genuino con uno mismo, los demás y el cultivo de hábitos saludables.
- ¿Cuáles son los componentes de la ansiedad?
Personalmente me gusta explicar el “Ciclo de la Ansiedad” desde una perspectiva integradora como un proceso que implica al cuerpo, las emociones, los pensamientos y las conductas (incluido el lenguaje). Todos esos elementos están conectados e interactúan entre sí, pudiendo llegar a desencadenar una “espiral de la ansiedad”. Al final ese proceso sería el responsable de que con el tiempo se produzcan multitud de somatizaciones a nivel físico, pero también el causante de los llamados ataques de angustia o de pánico. Comprender cómo funciona el “Ciclo de la Ansiedad”, en el caso particular de cada persona, es la base para un entendimiento y tratamiento efectivo de los trastornos de ansiedad desde un punto de vista psicológico.
- ¿Cómo podemos anticiparnos a la ansiedad? (señales para detectarla)
La ansiedad tiene muchas caras, pero comienza a ser un problema cuando tiene un impacto ya significativo en el funcionamiento cotidiano de una persona y su calidad de vida. En ese momento podremos identificar diferentes tipos de síntomas a distintos niveles (estos síntomas pueden experimentarse por todas las personas en algún momento, el problema es su frecuencia, intensidad, y sobre todo duración):
:: Corporal: síntomas físicos como alto nivel de activación, tensión, opresión, sudoración o cambios de temperatura, mareos, falta de aire, taquicardias, temblores, náuseas y molestias digestivas, sensación de pérdida de control, etc. La angustia sería la experiencia subjetiva asociada a la ansiedad.
:: Emocional: fundamentalmente se siente miedo, pero también pueden experimentarse otras emociones como la ira, la culpa o la vergüenza.
:: Pensamiento: síntomas como la falta de atención y la rumiación mental, las preocupaciones y las obsesiones.
:: Conductas: estilos de afrontamiento basados fundamentalmente en la evitación, la tolerancia (que no aceptación) o la lucha/competitividad. También es habitual encontrar, dependiendo del tipo de trastorno, mucha mecanicidad o agitación, manías y conductas ritualísticas, hábitos de vida poco saludables, etc.
- Cómo podemos gestionar la ansiedad?
Si la ansiedad tiene esos componentes, y los hábitos y mecanismos defensivos que la mantienen se manifiestan a través de ellos, es fácil comprender que su gestión tiene que girar en torno a esos componentes. Aunque esto es algo clave en una psicoterapia que se considere integradora, las diversas corrientes psicoterapéuticas suelen tratar la ansiedad focalizándose especialmente en alguno de esos ámbitos y planos temporales de experiencia. Por ejemplo, algunas inciden más en los pensamientos o en las conductas, otras en el cuerpo o las emociones. Las hay que se centran en el presente y las habilidades de afrontamiento, otras que se focalizan en la forma en que se proyecta el futuro, en las vivencias del pasado, etc.
Realmente existen muchas técnicas y procedimientos para tratar la ansiedad, pero es necesario atender al caso particular de cada persona para establecer cuáles son los medios más adecuados. Hay algunas técnicas que, una vez aprendidas, se las puede auto-aplicar uno mismo, pero otras en las que es necesario la intervención de un psicoterapeuta para poder obtener unos resultados positivos en la gestión de la ansiedad. De todas maneras, siempre es importante definir unos objetivos a corto plazo y otros a medio plazo. Pues si sólo abordamos los síntomas es probable que los resultados obtenidos no se mantengan en el tiempo.
- Según las estadísticas, cada vez más españoles sufren ansiedad. ¿Cuál es el motivo? ¿Qué razones hay detrás de que este problema vaya a más?
Vivimos en una era de ansiedad, en parte debido al estilo de vida que llevamos. Es cierto que solucionar algunas situaciones en el exterior y poder cubrir ciertas necesidades es un factor importante para mejorar nuestro bienestar, pero no cabe duda de que solo buscar esas soluciones en el exterior no cambia nuestras formas de respuesta habituales ante los problemas de la vida ni soluciona muchos de los trastornos de ansiedad.
El PIB de un país y el poder adquisitivo que tenga una persona no garantiza su salud mental. Todavía existen sociedades más sencillas en las que las personas viven más en el presente, con una mayor conexión con los demás y la naturaleza, y en donde cada día tiene su afán. Sin embargo, aunque cierto tipo de sociedades, sus modelos y la educación recibida puedan contribuir a que se produzcan los trastornos de ansiedad, esta afección es universal. Realmente, las causas de la ansiedad pueden ser múltiples.
- La pandemia, el teletrabajo, la crisis económica, la guerra en Ucrania... ¿El contexto actual perjudica a la hora de controlar esa ansiedad? ¿Cómo deberíamos actuar frente a esas cuestiones externas?
Los factores externos influyen mucho, pero también es clave la manera que tiene cada persona de manejarse con eso que pasa. Pues hay cosas que están en nuestra área de control o influencia, y hay otras que no lo están. En este último caso, cuando no somos capaces de aceptar conscientemente lo que ocurre, podemos entrar en el área de ansiedad. Por ello, las actitudes que tenemos son fundamentales, el ir madurando a nivel psicológico y el saber cómo cuidar de nuestra salud.
- ¿Considera que la ansiedad puede convertirse en la gran epidemia del siglo XXI?
La ansiedad ya es una gran pandemia. Cada vez hay más personas que sufren de estrés o ansiedad, y además estos trastornos no distinguen entre razas, clases sociales, sexos o edades. Un ambiente deficitario, problemático, y una escasa educación psicológica tampoco ayuda. Por eso son básicas todas las iniciativas que ayuden a la prevención de estos trastornos.
El sistema de salud, además, fomenta los tratamientos rápidos y superficiales, en una sociedad donde las cosas se miden por los resultados a corto plazo (aunque estos no se mantengan luego en el tiempo).
- ¿Cómo afecta la ansiedad a nuestra salud física y mental? ¿Cómo impacta en el desarrollo o en la gravedad de otras patologías?
La ansiedad patológica tiene un impacto directo en nuestro cuerpo y mente. Desde hace tiempo se sabe que incide en el funcionamiento del sistema nervioso y endocrino, así como en el sistema inmunitario. Tener ansiedad o estrés puede favorecer la aparición de distintos trastornos cardiovasculares, somáticos y autoinmunes.
- Paradójicamente estamos ante la sociedad más empastillada de la historia, tal vez la solución no sea esa
Un médico siempre le podrá recetar cierta medicación para reducir los síntomas que tiene, pero eso le convertirá en una persona cada vez más dependiente de los psicofármacos y tampoco conseguirá dejar de tener ansiedad y resolver su problema a largo plazo. Aunque es verdad que, en ciertos casos, la medicación se hace necesaria, al menos al principio, no hay duda de que para que usted pueda superar su ansiedad es preciso que su mente se transforme y desarrolle, que adquiera visión y ciertos aprendizajes, y deje atrás ciertos fardos psicológicos, hábitos y formas de funcionamiento del pasado que tantos problemas le acarrean y que no han solucionado nada a lo largo de los años.
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